Multi-taxa inventory of naturalized species in Chile
Aquí presentamos un inventario de especies exóticas naturalizadas registrado en Chile continental y hábitats marinos adyacentes, incluyendo ocho grupos taxonómicos. Identificamos 1122 especies. Éstas comprenden 790 plantas vasculares (terrestres y acuáticas); 31 plantas no vasculares Bryophyta (musgos), Marchantiophyta (hepáticas) y Anthocerotophyta; 18 macro y microalgas marinas y de agua dulce; 71 hongos; 39 vertebrados terrestres (anfibios, reptiles, mamíferos y aves); 108 insectos; 37 invertebrados y vertebrados marinos y invertebrados y vertebrados marinos y de agua dulce (6 poliquetos, 3 moluscos y 28 peces); y 28 gasterópodos terrestres. Para todos los grupos taxonómicos, las especies naturalizadas se distribuyeron principalmente en regiones con climas mediterráneos y templados, con pocas en los extremos del país.
Las curvas de invasión muestran que las especies naturalizadas sufrieron primero un incremento positivo, seguido de una aparente fase de meseta, principalmente en plantas vasculares, insectos y vertebrados. En hongos, macro y microalgas marinas y de agua dulce vertebrados e invertebrados, el número acumulado de especies naturalizadas aumentó bruscamente a partir de principios del siglo XX; también es evidente la falta de colecciones anteriores a 1900. Al considerar las especies naturalizadas. Este inventario pone de manifiesto que la tasa de nuevas naturalizaciones aumentó de forma constante después de 1950, especialmente para algunos grupos taxonómicos como los insectos, los hongos y las plantas vasculares. Este inventario multitaxa Este inventario de especies naturalizadas proporciona una plataforma para la elaboración de informes nacionales sobre indicadores de biodiversidad y destaca las áreas en las que Chile debe invertir recursos para gestionar las invasiones biológicas.Los inventarios de especies exóticas naturalizadas no sólo son fundamentales para dilucidar las causas y consecuencias del fenómeno de la invasión (Mack et al. 2000; Pimentel et al. 2005; van Kleunen et al. 2015; Seebens et al. 2017), sino también por su relevancia en la conservación de la naturaleza, el funcionamiento de los ecosistemas, la salud humana y la economía (Hulme 2009; Pyšek y Richardson 2010). En la actualidad, existe una necesidad urgente de inventarios de especies naturalizadas, ya que reflejan los patrones locales de estas especies y proporcionan información fundamental sobre la distribución de las especies invasoras (van Kleunen et al. 2015; Seebens et al. 2017). Sin embargo, en los países en desarrollo, la distribución de las especies naturalizadas sigue estando poco documentada y comprendida (Gardener et al. 2012; Speziale et al. 2012; pero véase Castilla et al. 2005; Moreno et al. 2006; Castilla y Neill 2009 para las especies marinas alóctonas; Fuentes et al. 2013 para las plantas). Estas especies han sido descuidadas en las colecciones y estudios debido a un sesgo histórico que no encontró valor científico en el estudio del componente naturalizado (Pauchard et al. 2004; Fuentes et al. 2013). Por lo tanto, un inventario nacional de especies naturalizadas en Chile es ahora esencial para la detección temprana y potencial erradicación o control de especies invasoras a través de protocolos de evaluación de riesgo (Moreno et al. 2006; Fuentes et al. 2010, 2013). Además, los inventarios de especies naturalizadas proporcionan conjuntos de datos adecuados para el análisis de patrones temporales de invasiones biológicas, en contraste con el patrón actual que refleja sesgos geográficos en la información sobre patrones de invasión (Pyšek et al. 2008; Núñez y Pauchard 2010). Estas especies han sido descuidadas en colecciones y estudios debido a un sesgo histórico que no encontró valor científico en el estudio del componente naturalizado (Pauchard et al.2004; Fuentes et al. 2013). Así, un inventario nacional de especies naturalizadas chilenas es ahora esencial para la detección temprana y potencial erradicación o control de las especies invasoras mediante protocolos de evaluación de riesgo (Moreno et al. 2006; Fuentes et al. 2010, 2013). Además, los inventarios de especies naturalizadas proporcionan conjuntos de datos adecuados para el análisis de los patrones temporales de las invasiones biológicas, en contraste con el actual patrón que refleja sesgos geográficos en la información sobre patrones de invasión (Pyšek et al. 2008; Núñez y Pauchard 2010). Enfoques como las curvas de invasión y las variaciones en la tasa de introducción de especies naturalizadas nos permiten identificar los períodos de invasión y la dinámica temporal de las acumulaciones de especies (Fuentes et al. 2008; Seebens et al. 2017). Pyšek y Prach (1993) elaboraron métodos de curvas de invasión para reconstruir la historia de propagación de cuatro especies exóticas en la República Checa. Ajustaron un modelo exponencial al número acumulado de localizaciones frente al tiempo. La pendiente de la línea de regresión correspondiente se utilizó como medida de la tasa de invasión (Mihulka y Pyšek 2001). Las inflexiones bruscas en la curva de invasión indican períodos de expansión Seebens et al. (2017) propusieron que las diferencias en las vías y la distribución de las especies sugieren que la cronología de la invasión podría variar entre grupos taxonómicos. Este enfoque permite inferir si el aumento del número de especies naturalizadas muestra algún signo de saturación, o si podemos esperar que las invasiones biológicas sigan aumentando (Seebens et al. 2017). Una parte sustancial de Chile ha sido reconocida como un hotspot de biodiversidad mundial(Ormazabal 1993; Myers et al. 2000; Mittermeier et al. 2005) debido a sus niveles notablemente de endemismo y el aislamiento biogeográfico de varios grupos taxonómicos (Armesto et al. 1998).(Armesto et al. 1998; Habit et al. 2006; Vidal y Díaz-Páez 2012; Rodríguez et al.2018), lo que hace temer por su susceptibilidad a las invasiones (Arroyo et al. 2000; Fuentes et al. 2015; Seebens et al. 2017). Las extraordinarias características biogeográficas de Chile lo hacen ideal para entender los patrones de invasión biológica y tienen gran potencial para inferir futuras tendencias de invasión. Sin embargo, el estudio de las invasiones biológicas en Chile ha sido abordado principalmente en la última década, tanto en sistemas terrestres (Quiroz et al. 2009), como en sistemas marinos (Castilla y Neill 2009; Villaseñor-Parada et al. 2017). Por ello, los pocos inventarios que existen de especies naturalizadas han sido creados sólo para ciertos grupos taxonómicos (por ejemplo, poliquetos perforadores, Moreno et al. 2006; plantas vasculares, Fuentes et al. 2013; ascidias, Turón et al. 2016; plantas acuáticas, Urrutia et al. 2017; algas marinas, Villaseñor-Parada et al. 2018), sin que exista un inventario exhaustivo de las especies naturalizadas, lo que permitiría identificar los patrones de invasión a nivel de multitaxa. Para abordar esta carencia de conocimientos el proyecto GEF/MMA/PNUD, se ha propuesto elaborar el primer inventario nacional de especies naturalizadas, incluyendo ocho grupos taxonómicos registrados en el territorio continental de Chile y hábitats marinos adyacentes (PNUD 2017). En este trabajo se han actualizado estas listas con el estado taxonómico actual y se ha incluido el conjunto de datos completo como material suplementario. Aquí presentamos un inventario completo de las especies naturalizadas en Chile y analizamos las tendencias distributivas y temporales de las de las invasiones biológicas en el país con el fin de identificar las respuestas prioritarias a la creciente amenaza de las invasiones biológicas. Para construir las curvas de invasión de las especies naturalizadas modificamos el procedimiento de Pyšek y Prach (1993), siguiendo a Fuentes et al. (2008). Trazamos el número acumulado de especies recolectadas/registradas en Chile contra el tiempo en períodos de 20 años. Los datos sobre los registros del primer año se recopilaron de varias fuentes (incluyendo bases de datos en línea, publicaciones científicas revisadas por pares, informes y libros) y se analizaron para períodos de 20 años. Para las curvas de invasión y la tasa anual de invasión y la tasa anual de primeros registros, sólo se incluyeron las especies de las que se informó por primera vez en un año conocido. De este modo, los gasterópodos terrestres, así como los vertebrados marinos y de agua dulce, fueron excluidos de estos análisis. Incluimos todas las especies exóticas naturalizadas sensu Richardson et al. (2000). Además, utilizamos el criterio de expertos cuando el estatus de la especie vegetal era ambiguo o no estaba respaldado por publicaciones. Debido a la falta de conocimiento sobre las áreas de distribución nativas de varias especies en el sur de Sudamérica (es decir, entre Chile, Argentina, Perú y Bolivia) y para evitar problemas en relación con su estatus (es decir, naturalizado o nativo) excluimos deliberadamente las plantas cuyo rango de distribución natural se encontraba dentro de las de distribución natural se encontraba en las regiones vecinas y compartía una frontera inmediata con Chile. Para este grupo, la base de datos se construyó a partir de la investigación más reciente de Fuentes et al. (2013), y actualizada para incluir nuevos registros e información espacial. La documentación exhaustiva de la acumulación de especies naturalizadas, nos permite evaluar el proceso de acumulación y la dinámica del establecimiento y expansión de las especies naturalizadas en Chile. Identificamos los periodos de invasión en Chile a partir de revisiones bibliográficas, colecciones de herbario y zoológicas para cada uno de los ocho grupos taxonómicos analizados. Comparativamente, las curvas de invasión muestran que las especies naturalizadas especies naturalizadas sufrieron primero un incremento positivo, seguido de una aparente fase de meseta, principalmente en plantas vasculares, plantas no vasculares y vertebrados terrestres. En los cuatro grupos taxonómicos restantes (hongos, insectos, vertebrados marinos y de agua dulce e invertebrados marinos y de agua dulce, macro y microalgas), el número acumulado de especies naturalizadas aumentó bruscamente a principios del siglo XX. La falta de recolecciones antes de 1900 es también evidente para la mayoría de los grupos taxonómicos. En los sistemas marinos, los primeros informes de la flora y la fauna marinas se remontan a finales del siglo XVIII, como resultado de expediciones científicas que se limitaron a enumerar los diferentes taxones recogidos con pocas y breves descripciones (Etcheverry 1958; Ramírez 2010).Considerando las especies naturalizadas en su conjunto, este inventario pone de manifiesto una constante de naturalizaciones desde 1950, especialmente para algunos grupos taxonómicos, como los insectos, los hongos y las plantas vasculares. Este inventario es una base para futuros estudios que analicen con más detalle los patrones y mecanismos biológicos que explican los procesos de invasión en muchos taxones que han sido poco estudiados (sensu, Capdevila Argüelles y Zilletti 2005). En este contexto, para evaluar eficazmente las consecuencias y riesgos, en términos de propagación e invasión de especies individuales, la documentación con especies requiere un esfuerzo coordinado entre múltiples agencias gubernamentales e instituciones de agencias gubernamentales e instituciones de investigación, además de programas de muestreo y seguimiento bien diseñados y orientados específicamente.
Fuentes N, Marticorena A, Saldaña A, Jerez V, Ortiz JC, Victoriano P, Moreno RA, Larraín J, Villaseñor-Parada C, Palfner G, Sánchez P, Pauchard A (2020) Multi-taxa inventory of naturalized species in Chile. NeoBiota 60: 25–41