Anatomía/Aparato Locomotor
El aparato locomotor o sistema musculoesquelético está formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones que unen los huesos). Permite al ser humano o a los animales en general interactuar con el medio que le rodea mediante el movimiento o locomoción y sirve de sostén y protección al resto de órganos del cuerpo (Figura 1).
Se fundamenta en tres elementos:
- Huesos.
- Articulaciones
- Músculos
El aparato locomotor no es independiente ni autónomo, pues es un conjunto integrado con diversos sistemas, por ejemplo, con el sistema nervioso para la generación y modulación de las órdenes motoras. Este sistema está formado por las estructuras encargadas de sostener y originar los movimientos del cuerpo y lo constituyen dos sistemas (Figura 2):
- Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos articulares.
- Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al contraerse provocan el movimiento del cuerpo.
Además de estos, hay que agregar el sistema nervioso, ya que este es el responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento.
El hueso es un órgano duro, blanco y resistente que forma parte del esqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Al principio del desarrollo embrionario, los huesos son blandos y están formados por un tejido que recibe el nombre de cartílago, más adelante sobre este tejido se van depositando sales minerales y calcio, dándole consistencia y transformando el cartílago en hueso. Después del nacimiento, casi todo el cartílago se ha transformado en hueso y sólo permanece en los extremos de éste. Esta zona de cartílago permite al hueso crecer y alargarse hasta la edad aproximada de los veinte años, cuando este tejido desaparece. Es un tejido resistente a los golpes, presiones y tracciones, pero también elástico. Los huesos proporcionan inserción a los músculos, protegen órganos vitales como el corazón, pulmones, cerebro, etc., así mismo permite el movimiento de partes del cuerpo para la realización de trabajo, movimiento de traslado, equilibrio y otras actividades, estableciendo así el desplazamiento del individuo.
Una articulación en anatomía es el punto de contacto entre dos huesos del cuerpo. Es importante clasificar los diferentes tipos de articulaciones según el tejido que las une. Así se clasifican en fibrosas, cartilaginosas, sinoviales o diartrodias. El cuerpo humano tiene diversos tipos de articulaciones, como la sinartrosis (no móvil), sínfisis (con movimiento monoaxial) y diartrosis (mayor amplitud o complejidad de movimiento).
El músculo es cada uno de los órganos contráctiles del cuerpo humano y de otros animales, formados por tejido muscular. Los músculos se relacionan íntimamente bien con el esqueleto, forman parte de la estructura de diversos órganos y aparatos. La unidad funcional y estructural del músculo es la fibra muscular.
El músculo es un tejido formado por células fusiformes constituidas por el sarcolema que es la membrana celular y el sarcoplasma que contienen los organelos, el núcleo celular, mioglobina y un complejo entramado proteico de fibras llamadas actina y miosina cuya principal propiedad, llamada contractilidad, es la de acortar su longitud cuando son sometidas a un estímulo químico o eléctrico. Estas proteínas tienen forma helicoidal o de hélice, y cuando son activadas se unen y rotan de forma que producen un acortamiento de la fibra. Durante un solo movimiento existen varios procesos de unión y desunión del conjunto actina-miosina.
Los nervios son manojos de prolongaciones nerviosas de sustancia blanca, en forma de cordones que hacen comunicar los centros nerviosos con todos los órganos del cuerpo. Forman parte del sistema nervioso periférico.
Esqueleto Axial
El esqueleto axial representa el eje del armazón óseo. Esta división del esqueleto se compone de 28 huesos del cráneo, el hueso hioide (o hioideo), la columna vertebral y la caja torácica (Figura 3). El cráneo se compone de los huesos craneales, los huesos faciales (cara) y los osículos o huesilllos auditorios. Por el otro lado, la columna vertebral se encuentra constituida por siete (7) vértebras cervicales (C1-C7), doce (12 vértebras torácicas o dorsales (D1-12), cinco (5) vértebras lumbares (L1-L2), el sacro y el cóccix. El esternón y las costillas forman parte de la caja torácica.
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Axial_skeleton_diagram_es.svg?uselang=es
El cráneo que al igual que otros huesos da protección a algún órgano vital está formado por 22 huesos, que resguardan al cerebro y los órganos principales de los sentidos (ojos, oídos y nariz). Algunos de estos forman la bóveda craneal y los otros, el esqueleto de la cara.
Bóveda craneal: ocho huesos que encierran y protegen esta bóveda se encajan en unas articulaciones fijas llamadas suturas. El hueso frontal se curva en torno al cráneo para formar la frente y la parte superior de las órbitas (cuencas óseas que acogen a los ojos). Dos huesos temporales protegen los canales que conducen al oído medio e interno. En el oído medio (atrás del tímpano) se encuentran los tres huesos más pequeños del cuerpo: martillo, yunque y estribo. El primero capta las vibraciones sonoras del tímpano, al que está unido, y las transmite al yunque y al estribo. Este último recibe las vibraciones aumentadas 20 veces.
El hueso occipital que presenta un gran orificio que comunica el cráneo con la columna vertebral. Este está articulado con el atlas (primera vértebra cervical). Dos huesos parietales forman la parte superior y las paredes del cráneo. En la línea media se encuentran el pequeño hueso etmoides que forma parte de la pared externa de las fosas nasales. El hueso esfenoides está situado en la parte anterior y media de la base del cráneo y presenta una parte central que aloja a la glándula hipófisis, llamada silla turca.
Los huesos de la cara: son los otros 14 huesos y se dividen en dos partes denominadas maxilares inferior y superior. La primera está compuesta solo por el maxilar inferior o mandíbula, que es el único hueso móvil del rostro y cuya principal misión es la masticación. La segunda, en cambio, está constituida por los 13 huesos restantes: 12 de ellos están dispuestos por pares, mientras el restante es impar. Los pares son los maxilares superiores, los malares, los unguis, los cornetes inferiores, los huesos propios de la nariz y los palatinos. El impar es el vómer (Figura 4)
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Figura 4. Esquema de huesos del cráneo. http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Human_skull_side_simplified_%28bones%29-es.svg http://es.wiktionary.org/wiki/Archivo:Es-Human_skull_front_in_Spanish_%28bones%29.png.
La caja torácica está compuesta por 12 vértebras torácicas en la parte posterior, 12 pares de costillas, que salen de los lados de las vértebras torácicas, y por el hueso esternón en la parte anterior, donde llegan las costillas de ambos lados.
Los siete pares de costillas superiores, que se conocen como costillas verdaderas, rodean el cuerpo y se unen al esternón a través de los cartílagos costales. Las tres que siguen se llaman falsas, porque se articulan indirectamente con el esternón. Los últimos dos pares de costillas que se denominan flotantes rodean los costados del cuerpo y no tienen conexión alguna con el esternón (Figura 5).
Figura 5. Esquema de caja torácica.
La columna vertebral o espina dorsal es una estructura ósea formada por 33 huesos, llamados vértebras, que comienza en la región cervical, articulando con la base del cráneo y terminando en el hueso del sacro-cóccix. Su función es ser el pilar del esqueleto y proteger la médula espinal que es la estructura que lleva los nervios que comandan el movimiento del cuerpo humano.
En la parte superior están las siete vértebras cervicales del cuello, que son las más pequeñas y permiten el mayor grado de movimiento a lo largo de la espina dorsal. Luego le siguen 12 huesos más pesados, que se denominan vértebras torácicas o dorsales y forman la parte superior de la espalda. Estos huesos también ayudan a sujetar a los 12 pares de costillas. Luego vienen las cinco vértebras lumbares que son los huesos más grandes de la columna y soportan la mayor parte del peso del cuerpo. Por debajo de estas vértebras está el sacro, un hueso colocado entre los dos huesos de la cadera y que constituye la parte posterior de la pelvis. Encajado bajo el sacro encontramos el cóccix, un pequeño hueso afilado formado por cuatro vértebras fusionadas. El cóccix no tiene función alguna, ya que corresponde a un vestigio de una cola.